…es un cliché decir que hay mexicanos que triunfan en el mundo, es un cliché porque lo que queremos es vernos ganando un Mundial u obteniendo medallas en los Olímpicos…
DURANTE los Juegos Olímpicos de 1984, mi papá me dijo que viera la caminata porque México podría ganar, y así fue cuando Ernesto Canto se colgó la medalla de oro.
Tenía 10 años y recuerdo bien lo emocionante que fue oír en la tele el Himno Nacional y ver cómo se izaba la bandera en el estadio olímpico de Los Ángeles, con piel chinita y todo.
Al otro día, cuando le platiqué a un vecino adulto mi experiencia, me respondió: «yo no lo vi porque México nunca gana nada», comentario que me hizo crecer con esa creencia durante algunos años.
Los mexicanos somos derrotistas, pero cuando la Selección gana un partido nos gusta celebrar, y cuando pierden nos gusta decir: «ya ves, siempre es lo mismo».
Es un cliché decir que hay mexicanos que triunfan en el mundo, es un cliché porque lo que queremos es vernos ganando un Mundial u obteniendo medallas en los Olímpicos y poco nos importa (o nada) que ganan el Nobel o que sean estrellas danza.
La sensación de que los mexicanos siempre perdían se me quitó dos años después, cuando fui al estadio Azteca a ver cómo le ganaba la Selección Mexicana a Bulgaria para pasar a cuartos de final del Mundial México 86 y 100 mil personas coreamos un par de monumentales chiquitibúm (también de piel chinita más lágrima de Remy)…
A la semana siguiente, Alemania eliminó a México en penales y durante los próximos años escuché las frases «jugamos como nunca y perdimos como siempre» y «la maldición de los penales».
Así que durante las próximas dos semanas nos la pasaremos viendo cómo compiten los mexicanos en Londres esperando que ganen alguna medalla, pero convencidos de que no lo lograrán… así es cada cuatro años… desde que me acuerdo.
@carlostomasini
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