…Elba Esther es ejemplo de cómo una persona con poder
puede estar por encima de un Gobierno entero…
CUANDO estaba en tercer año de secundaria hubo una huelga de profesores que nos dejó varias semanas sin clases y, tras varias manifestaciones, llegó a la agenda nacional un “nuevo” nombre: Elba Esther Gordillo.
Así recuerdo los inicios de Elba Esther en 1989, un personaje que ya había desempeñado diversos puestos en el PRI (incluso, ella respondió el penúltimo Informe de Gobierno de Miguel de la Madrid, que fue el último que se leyó sin protestas de los asistentes) y que llegó para quedarse.
No es que antes de que ella llegara el trabajo en las aulas mexicanas fuera una maravilla, pero con Elba Esther empezaron a cambiar –para mal- muchas cosas en la educación, como planes de estudio menos rígidos o menores exigencias para profesores; la venta de plazas y otras prácticas ya venían de otros años, sólo que con ella se han mantenido hasta esta el siglo 21.
Elba Esther es ejemplo de cómo una persona con poder puede estar por encima de un Gobierno entero e, inclusive, ha sido un factor importante para que muchos de los últimos gobernantes lleguen a donde están.
Cuando yo estaba en la universidad, trabajé en la SEP y fui testigo de cómo el sindicato de maestros tenía representantes en las oficinas administrativas, por lo que nunca se tomaba una decisión en ese edificio sin que el SNTE se enterara.
Nadie sabe (mejor dicho, nadie quiere saber) de dónde saca su dinero “La Maestra”, pero cualquiera puede verla caminando por la calle vestida con ropa de diseñador, comiendo en un restaurante caro o comprando en una lujosa tienda; una vida muy diferente a la que se da un profesor de educación básica en México.
La receta que Elba Esther ha aplicado durante más de 20 años es muy simple: mantenerse cerca de los poderosos, hacer que le deban favores y amenazar al Gobierno con que movilizará a sus maestros si no hacen lo que ella dice.
Si en México somos capaces de solapar a alguien como Elba Esther, se explica que haya personas que vendan su voto y que voten por el PRI aunque recuerden bien cómo era México cuando ellos gobernaban… y en ese contexto, menos podemos pensar en temas más elaborados, como declarar inválida una elección.
A ver hasta cuándo seguimos viendo a Elba Esther sin que nadie proteste por lo que hace, siempre será más cool protestar por Televisa, por ejemplo.
@carlostomasini
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