
…Rafael Nadal admitió en una entrevista que,
de todos los trofeos que había ganado,
el de Acapulco era el único que no conservaba
debido a que lo había perdido en un taxi…
POCOS torneos deportivos en el mundo logran reunir a figuras mundiales, exclusivos eventos sociales y atractivos turísticos únicos como lo ha hecho el Abierto Mexicano de Tenis (AMT) que, en 2013, cumple 20 años.
La primera edición de este torneo se llevó a cabo en 1993 en el Club Alemán de la Ciudad de México y desde 2001 se trasladó a los terrenos de hotel Fairmont Acapulco Princess, donde se construyeron varias canchas y un estadio que actualmente tiene una capacidad de más de 7 mil personas.
Desde 1997, el AMT es operado por la empresa Mextenis, que forma parte del Grupo Pegaso, encabezado por Alejandro Burillo, y hoy es el torneo de tenis más importante de América Latina por la bolsa de premios que reparte y la calidad de su organización.
“Existen sólo dos o tres torneos en el mundo, como el de Mónaco, que tienen la facilidad de que el estadio esté tan cerca del hotel, pero ninguno tienen la vista que tenemos nosotros con el privilegio de ir caminando de tu cuarto a la cancha y al VIP”, afirma Raúl Zurutuza, director del AMT.
Cuenta con torneos de singles varonil y femenil (el cual se juega desde 2001) y uno de dobles, además de que está en la categoría de Open 500 de la ATP, lo que lo coloca entre los más importantes del mundo.
Otra singularidad del AMT es que, desde 2003, la final se juega en sábado por la noche (cuando lo usual es que estos partidos se jueguen en domingo), con lo que se logró impulsar todavía más el ambiente social que rodea al torneo.
“Es una semana donde el tenis es parte de la excusa para ir a Acapulco a pasarte un buen rato”, apunta Javier Braun Burillo, director general de Pegaso Banda Ancha.
Desde su origen, el AMT se ha jugado en canchas de arcilla, pero este año será la última vez que se utilice esa superficie para pasar a la cancha dura en 2014 y hay planes para construir un nuevo estadio.
“Mucha gente nos decía que era un riesgo irnos a Acapulco porque la gente no asistiría, pero hoy sabemos que el AMT se convirtió en un éxito”, apunta Braun Burillo.
Los más ganadores
En estos 20 años, grandes figuras han pasado por las canchas del AMT, y el campeón en las primeras cuatro ediciones (1993 a 1996) fue el austriaco Thomas Muster, que hasta la fecha es quien más veces se lo ha llevado, seguido del español David Ferrer, quien lo ha ganado tres veces consecutivas (2010 a 2012).
Otros que han sido campeones de este Abierto más de una vez son los también españoles Carlos Moyá (2002 y 2004) y Nicolás Almagro (2008 y 2009), además del argentino Juan Ignacio Chela (2000 y 2007).
En la rama femenil, entre las tenistas que han ganado más ediciones están la sudafricana Amanda Coetzer (2001 y 2003) y la italiana Flavia Pennetta (2005 y 2008) quien también ha jugado otras cuatro finales y ya es la tenista consentida del público de Acapulco.
Una de las finales que perdió Pennetta fue la de 2009, cuando enfrentó a la estadounidense Venus Williams, una de las mejores jugadoras del mundo.
La participación de la Williams le dio un gran atractivo al torneo en cuanto a asistencia y atención de los medios del mundo, siendo una de las imágenes más recordadas cuando, tras ganar la final, se puso un sombrero de charro y escuchó al mariachi que se encontraba en la cancha. Al siguiente año volvió a ganar este torneo.
Las figuras de 2013
El campeón defensor para la edición 2013 es David Ferrer, quien participó por primera vez en el AMT en 2004, cuando apenas empezaba a repuntar en su carrera que, en los próximos años, le traería importantes participaciones en torneos como Roland Garros y US Open, además de su ingreso al top 20 del ranking mundial y donde, desde octubre de 2010, se ha ubicado entre los 10 mejores.
La posición más alta que ha tenido el español en el ranking mundial es el cuarto sitio, lugar que podría estar ocupando también cuando juegue el AMT este año.
Otra figura mundial que estará presente en 2013 es el español Rafael Nadal, para quien Acapulco será parte de su regreso a las canchas después de que una lesión lo dejará inactivo desde mediados de 2012, cuando era número 2 del mundo.
Nadal ya había participado en el AMT de 2005, cuando tenía 18 años y estaba entre los primeros 40 del mundo y sorprendió a todos al convertirse en el campeón del torneo sin perder un solo set.
Ahora, Nadal regresa siendo uno de los tenistas más importantes del mundo en los últimos años.
El trofeo perdido de Nadal
El trofeo que se entrega al ganador del AMT es una escultura en forma de guaje (una jícara de origen prehispánico que todavía se usa en diversas regiones del País para almacenar agua y mantenerla fresca) fabricada en plata por la prestigiada orfebrería mexicana Tane y adornada con una pelota de tenis hecha de oro.
Los organizadores originales del torneo habían prometido que quien lo ganara tres veces consecutivas se llevarían el trofeo definitivamente, pero cuando el austriaco Thomas Muster cumplió ese requisito en 1995, decidió donarlo al AMT y hoy se sigue entregando a los campeones de cada edición.
Pero la anécdota más curiosa del “Guaje de Plata” se conoció en 2009, cuando Rafael Nadal admitió en una entrevista que, de todos los trofeos que había ganado, el de Acapulco era el único que no conservaba debido a que lo había perdido en un taxi unas horas después de que se lo habían entregado; después de esa “confesión”, los organizadores del torneo, tras negociar con Tane un buen precio, le entregaron una réplica al español para reponérselo.
Desde 2009, el AMT reparte una bolsa de un millón 226 mil 500 dólares entre los ganadores de las diferentes categorías.
Kournikova y otros inolvidables
Entre los personajes más recordados que han pisado la arcilla del AMT, principalmente para los caballeros, está la rusa Anna Kournikova, quien participó en las ediciones de 2000 (cuando el torneo femenil era sólo de exhibición) y 2002, donde no pudo avanzar a la final.
Kournikova fue uno de los fenómenos más grandes del tenis mundial, ya que era más conocida por su belleza que por su nivel de juego (nunca ganó un torneo en su carrera profesional y únicamente logró llegar el sitio número 8 del ranking mundial).
Asimismo, un momento curioso se vivió en la final del 2000, la cual se jugó entre los argentinos Juan Ignacio Chela y Mariano Puerta, pero el ingrediente emotivo fue que el entrenador del primero (que al final resultó campeón) era el padre del segundo.
En 2009, el argentino David Nalbandian era uno de los favoritos de esa edición; sin embargo, fue eliminado por el austriaco Daniel Koellerer en un partido que pasó a la historia por la forma en que este último celebraba de manera irrespetuosa las jugas que ganaba al sudamericano, conducta que le ganó la antipatía del público durante el resto de su participación.
En contraste, el francés Gael Monfils fue el consentido de la afición ese año e, incluso, llegó a la final, donde terminó por lograr una gran conexión con la tribuna que se volcaba a su favor con porras (algo muy poco común en el tenis), aplausos y hasta “olas” que él mismo organizaba; sin embargo, perdió el partido contra el español Nicolás Almagro.
El lado chic
Los eventos sociales han sido parte importante del AMT desde su inicio. La primera fiesta de jugadores se llevó a cabo en 1993 en el Antiguo Colegio de San Ildefonso y en 1994 se organizó una kermés para los participantes en el Club Alemán.
Cuando el torneo se trasladó a Acapulco, se creó un área VIP para invitados especiales y se inició la ya tradicional y emblemática “Fiesta de Blanco» para celebrar a los jugadores.
En 2005, después de la final hubo un concierto de Benny Ibarra, un desfile de modas y una fiesta VIP que desde entonces se realiza y a la que asisten personalidades de todos los rubros.
Desde 2010, todos los eventos sociales se organizan en el Fairmont Acapulco Princess, por lo que los asistentes al torneo pueden disfrutar del VIP sin salir de la sede de AMT y disfrutar de una espectacular vista al mar con música mezclada por los DJs de lugares emblemáticos de ese puerto, como el Baby’O y el Palladium.
Desde entonces, las fiestas de las noches de jueves a sábado se convirtieron en una tradición para las mil 300 personas que asisten al VIP y, después de la Semana Santa, la del AMT es la temporada de mayor afluencia de visitantes para Acapulco.
“El año pasado hubo una derrama de 360 millones de pesos para Acapulco en una semana que es 100 por ciento laborable y escolar”, señala Zurutuza.
Asimismo, las fiestas VIP son ya una forma de estar cerca de los jugadores y convivir con ellos cuando no están en la cancha.
“Es una parte muy divertida del torneo y que lo hace único, además puedes ver a los participantes en el hotel durante el día”, afirma Braun Burillo.
Sin gloria para los mexicanos
Aunque es el torneo más importante de México, los tenistas nacionales no han tenido participaciones destacadas a lo largo de estos 20 años.
El único mexicano que ha obtenido un título en el AMT es Leo Lavalle, quien en 1993 y 1995 ganó la final de dobles haciendo mancuerna con el brasileño Jaime Oncins y el argentino Javier Frana, respectivamente.
Quienes han llegado más lejos han sido Oliver Fernández, que jugó una semifinal en 1993; Alejandro Hernández, cuartos de final en 1998, y Santiago González, quien ha participado en seis ediciones y, en 2011, avanzó a la segunda ronda tras vencer a otro mexicano, Daniel Garza. En la rama femenil, Melissa Torres llegó a cuartos de final en 2007 y Ximena Hermoso