
…#YoSoy132 nació en la Ibero y cuyos primeros líderes visibles no se parecían
a los que encabezaban movimientos similares por allá de 1987 en la UNAM…
HACE unos días, me invitaron (muy amablemente y, admito, sorprendentemente) a hablar en el programa “Frecuencia” de Alejandro Franco ( @alejandrofranco) sobre el caso de Julian Assange, un personaje que me lleva a esta reflexión…
Julian Assange, el fundador de Wikileaks que desde hace unos días se refugia en la Embjada de Ecuador en Londres, es una representación de lo que se considera ser un revolucionario en el siglo 21.
De imagen rebelde y actitud retadora, Assange se ha ganado la simpatía de millones de personas y organizaciones en todo el mundo gracias a su labor que pretende hacer públicos documentos secretos cuando éstos tienen que ver con temas de transparencia y de justicia.
Como es de esperarse, esto no le gustó a los afectados, especialmente a Estados Unidos, a quien Assange evidenció varias veces, pero ninguna como aquella de 2010 cuando Wikileaks reveló un video que mostraba a un helicóptero estadounidense disparando contra fotógrafos de la agencia Reuters tras confundir sus cámaras con armas.
Con sólo unos años realizando esta actividad (el portal se fundó en 2006), Assange trae vueltos locos a los gringos que ya no encuentran qué hacer para detenerlo; inclusive, la presión estadounidense ha hecho que el Gobierno del Reino Unido amague con violar tratados internacionales y hasta ha amenazado con entrar a la Embajada para detenerlo, en lo que sería un conflicto diplomático nunca antes visto.
Así, ese rubio galán australiano de 43 años tiene muy enojados a hombres poderosos de potencias mundiales, mientras es aplaudido por la prensa y hasta reconocido por instituciones como Amnistía Internacional.
Hoy, a diferencia de lo que sucedía en la segunda mitad del siglo 20, los revolucionarios no se esconden en la selva ni se dejan la barba, sino que son estrellas de internet y tienen una vida que resulta hasta aspiracional para algunos; son más parecidos a un rockstar que a un guerrillero.
En México, un buen ejemplo de los nuevos revolucionarios es el movimiento original de los #YoSoy132, que nació en la Ibero y cuyos primeros líderes visibles no se parecían a los que encabezaban movimientos similares por allá de 1987 en la UNAM (y que hoy, por cierto, algunos de ellos, trabajan en la política).
Los revolucionarios de hoy llaman al cambio por Twitter, se visten bien y no les gusta apoyar a nadie en particular, prefieren centrarse en señalar cuál es su punto de vista y cómo piensan que deberían ser las cosas.
Los revolucionarios 2.0 no toman las armas, sino que confían primero en el poder de la gente porque, para ellos, la multitud grita más fuerte que las armas, pueden generar un personaje como Anonymous y difundir su mensaje en Facebook; sus manifestaciones no consisten sólo cerrar calles y bloquear edificios, sino que intentan siempre tener un elemento original que haga que su mensaje llegue mejor a las masas.
El #YoSoy132 no llegó a crecer como muchos pensaron que pasaría, pero tuvo logros significativos, como reunir a tres candidatos a la presidencia y organizar un debate entre ellos que se transmitió por internet, algo que muchos medios y comunicadores “tradicionales” no pudieron lograr a pesar de sus “prestigiados” nombres.
Los nuevos revolucionarios están creciendo en un mundo donde es noticia el “doodle” del día o un mínimo cambio en un iPhone, donde sus profesores no usan las herramientas tecnológicos de las que ellos sí disponen y donde la información les llega, literalmente, en la palma de la mano.
Indudablemente, el mundo va a cambiar gracias al trabajo de estos revolucionarios; sin embargo, me parece que los líderes actuales no lo saben o no lo comprenden, por eso, por ejemplo, los #YoSoy132 evidenciaron una injusticia en la elección, pero los políticos no fueron capaces de presentar las pruebas suficientes para demostrarlo claramente.
Así que en el mundo están surgiendo nuevos revolucionarios y nadie los va a parar cuando estén dispuestos a cambiar al mundo… y lo van a hacer en muy poco tiempo.
@carlostomasini}
