El complot Cri-Cri (Tentáculos especial de Día del Niño)

Que conste que de niño sí me gustaba Cri-Cri, sólo que ahora soy comunicólogo.
Que conste que de niño sí me gustaba Cri-Cri, sólo que ahora soy comunicólogo.

Para aquellos que, aunque nunca tengan pruebas, les gusta afirmar en reuniones familiares y redes sociales que el América compra árbitros, el Gobierno quiere privatizar Pemex y Televisa transporta droga en sus camionetas a Centroamérica, les dedico esta edición especial de “Tentáculos”.

CRI-CRI, que para los que no lo conozcan es una especie de Arjona, pero para chavitos de la segunda mitad del siglo pasado, tenía mensajes ocultos en sus canciones, las cuales sirvieron para apoyar regímenes dictatoriales, como el argentino, con “Ché Araña”, o para aprender a alburear y formar así a guionistas del cine de ficheras mexicano de los 70 y 80, como es el caso de “La Marcha de las Letras”, en la cual se describe de manera vulgar el andar de la letra “A” y las características físicas de la letra “E”.

Aquí va un análisis de la semiología de las letras de Cri-Cri y con los verdaderos mensajes que llevaban detrás. Igual que los que dicen que el América compra árbitros, no necesito pruebas para sustentar mi análisis, el cual está basado en una serie de lugares comunes, igual que los que dicen que todo es para privatizar Pemex. Recuerden, se vale opinar.

1. “La Patita” se enojó por lo caro que está todo en el mercado, lo cual es una crítica al modelo económico capitalista que nos agobia hasta la fecha (aunque ahora es neoliberal); pero, por otro lado, su posición revolucionaria se veía eclipsada porque toleraba la violencia intrafamiliar, viviendo con un pato sinvergüenza y perezoso que no cooperaba con el gasto del hogar y que obligaba a sus patitos a andar sin zapatitos.

2. “El Ratón Vaquero” le reclama a su captor con la frase “What the heck is this house
for a manly Cowboy Mouse”, es decir, enseña a los niños a maldecir en inglés. Además, es racista y fomenta el sentimiento anti yanqui por frases como “Ha de ser gringuito porque siempre habla inglés a más de ser güerito y tener grandes los pies”.

3. “La Princesa Caramelo”, en realidad, era una interesada oportunista porque no quería vivir con él Rey porque a éste en vez de pelo le brotaba pura miel, pero finalmente le mandó a decir que sí con su paje Pirulí (el cual, al parecer, años después murió asesinado en la puerta de su casa). Era una especie de capítulo de “Lo que callamos las Mujeres”. No se ha confirmado, pero años después, parece que el castillo de esta canción se usó como locación para el fime “Ralph el Demoledor”, de Disney, aprovechando el gran barquillo de sus bosques y que lo riegan tempranito con refrescos de limón, además de la cascada de azúcar granulada.

4. Evidentemente, dos de “Los Tres Cochinitos” eran “ninis”, porque uno sólo quería ir al mar y el otro pretendía que lo trataran como un Rey con trastornos alimenticios. El tercero soñaba con trabajar
para ayudar a su pobre mamá, y seguramente también acabó manteniendo a sus hermanos.

5. Cri-Cri era un visionario tipo Nostradamus, ya que fue capaz de visualizar el futuro, donde conoció a Michael Jackson y en su honor compuso “La Negrita Cucurumbé”, la cual, como que quería ser blanca como la Luna, se fue a bañar al mar para ver si su carita podía blanquear en la espuma blanca del mar y poder ser como las pálidas conchitas que envidiaba.

6. “Papá Elefante” promueve la obesidad infantil, porque le permite a su hijo comerse un pedacito muy grandote de pastelote de limón, sin contar que él era un fodongo barrigón que se sentaba a la mesa aflojándose el cinturón.

7. El “Negrito Sandía” promovía el racismo, ya que a este afroamericano lo comparaba con un perico de arrabal y lo amenazaba con una paliza, además de que le advertía que nunca podría discutir con un marqués y lo describía como una persona que sacaba por la boca culebritas locas.

8. El chavito de “La Merienda” vive en el seno de una familia clasista que le permite tratar pésimamente a la servidumbre y a la pobre María la trae, literalmente, de su chacha y hasta se da el impune lujo de decir “esta sirvienta es una lata”.

¡Se aceptan más teorías del complot!

4 Comments

  1. Mira tu, lo que es ser inocente, nunca había visto a Cri-Cri de esa forma y yo fuí una de esas generaciones que lo escuchaba una y otra vez, y además, se las ponía o les cantaba a mis hijas.
    Es más me tocó ir a la premier de la película sobre la vida de Cri-Cri con mi papá!!!!

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  2. No me gustó, tema simple, de relleno para revista prrrrrrrr muy perredista. Buuuuu por lo que me encanta Cri Cri. como crees que puede Arjona compararse bu, bu, y re buuuuuuuuuuuuuu

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  3. Ja ja ja. ¡Muy buen post Tomasini!

    Me rechoca Cri-Cri. Y Cepillín. Están totalmente vetados de mi casa.
    La única canción que me gustó de Cri-Cri fue la de Caminito de la Escuela y párale de contar.

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